miércoles, 6 de mayo de 2009

Mi alma se debate, hundida en un mar de dudas.


¿Hasta qué punto tiene un alumno, una persona, el derecho a indicarle a otra, a un profesor, que su método está equivocado? ¿Hasta qué punto puede decidir decirle que sus clases no sirven para nada, que tiene claros errores de planteamiento y contenidos, que su estructuración ni aporta, ni aclara, que los trabajos que manda son desiguales, injustos, y criticados - en el sentido literal de la palabra - de forma absolutamente subjetiva, parcial y poco profesional?




¿Hasta qué punto puede uno descargar sus frustraciones y su odio en quien pone todo su empeño en transmitir su - por otro lado límitado - conocimiento?
¿Me permite mi conciencia dejar que otros lidien con esto? ¿O acaso debería amablemente aconsejarle qué métodos seguir, o por qué baremos guiarse, yo que no soy más que una profana, desprovista de todo conocimiento laboral?

La vida no progresa, el destino tarda en llegar. Ves a quienes no lo merecen, a quienes no son más que marionetas de otros más elevados, ves que ellos consiguen lo que tú durante tanto tiempo has anhelado. Y te apartas asqueado. Y descubres que tus deseos han cambiado, que han matado tu ambición. Que aquello por lo que habrías matado (aunque no muerto) no es más que una falacia, y dejas que las polillas se acerquen seducidas, porque tú ya eres mariposa.



Et vidi in dextera sedentis super thronum librum scriptum intus et foris signatum sigillis septem. Et vidi angellum fortem praedicantem voce magna: 'quis est dignus aperire librum et solvere signacula eius?' Et nemo poterat in caelo neque in terra neque subtus terram aperire librum neque respicere illum. (Apoc. 5, 1)

Vi en la mano derecha del que está sentado en el trono un libro escrito por las dos caras, sellado con siete sellos. Vi un ángel poderoso que exclamaba con voz potente: ¿Quién es digno de abrir el libro y de romper los sellos? Y nadie, ni en el cielo, ni en la tierra, ni debajo de la tierra podía abrir el libro y leerlo.

3 comentarios:

Dama Blanca dijo...

Huy, si yo te contara...

Ojo de gato dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ojo de gato dijo...

Pégale con el cerdo de bronce en la cabeza xDxD