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domingo, 11 de marzo de 2012


Aprecio que todavía seamos amigos,
a pesar de que leas mi blog
y sepas que soy una persona completa
y absolutamente loca y enajenada.

jueves, 19 de mayo de 2011

Ey, hola, qué tal!

Me aburro más que una patata. Así, he decidido que, en lugar de hacerme un twitter de esos del inframundo, voy a convertir mi blog en algo interactivo y quiero que participéis. Ahí va la pregunta:


¿Qué hacéis vosotros para superar el más supremo e insoportable aburrimiento?

Yo juego a Zombie Lane, Geography Challenge, Plants vs. zombies, traduzco latín y hago cosquillas a mi perro.



Pero acepto propuestas, que no me quedan niveles por subir :(



sábado, 14 de mayo de 2011

El cine

Hace ya un tiempo hablé sobre la Ley Sinde y las razones por las que me oponía. Hoy vuelvo un poco al tema porque ayer, después de casi un año, volví al cine.

La verdad es que veo pocas películas y, las que veo, las veo en casa. Es mucho más cómodo, y ya sabéis que a mí me gusta mucho más ver series. Pero ahora se me han acabado todas. Cómo conocí a vuestra madre termina el martes que viene (la última temporada en inglés); Merlín y Dexter habían terminado en torno a diciembre / enero, y True Blood no empieza hasta finales de junio.

Empezamos a ver Roma, ya un poco viejilla, pero se terminó también. Y ahora que estamos ahorrando, decidimos hacer un exceso y pasarnos por el cine a ver Thor en 3D.

La última película que vimos en cine fue Furia de Titanes en 3D también, una de las primeras películas que sacaron. Parece ser que primero la hicieron en versión normal, y luego la tresdizaron, por lo que había escenas buenas, y escenas menos buenas.

Así que lo primero que notamos al colocarnos las gafas (además de que el 3D para los que tenemos astigmatismo no funciona muy bien...) fue la enorme diferencia que había entre ambas películas. Los efectos especiales y la técnica han sufrido un gran avance, que permite lograr que la nieve parezca caer en tu rostro, o que creas que te van a golpear los cachos de hielo que saltan hacia todas partes.

Esto ya lo había antes en otros formatos de cine (IMAX?), pero no en el cine 'de a pie'. Las entradas, en un cine bueno (este), por ser en 3D nos costaron 9 euros a cada uno con gafas incluidas, cosa que no hacen en otros cines, que las cobran (como el UGC Ciné cité de Equinoccio). Por tanto, 9x2= 18 euros por ver una película; esto es, 3000 pesetas de las antiguas (yo cuando era peque e iba al cine costaba 500, solo un dato).

El veredicto final: mereció la pena. De hecho, en cuanto saquen la de X MEN nueva, iremos también a verla en 3D, porque tiene una pinta impresionante. ¿Por qué, teniendo la posibilidad de descargar estas películas, vamos a verlas al cine?

Los efectos especiales del 3D son insustituibles, y los trailers dejan muy buen sabor de boca. Argumento, técnica e imagen llaman la atención, y merecen la pena gastar un poco más por verlo en cine.

Sin embargo, la cuestión es la película, no el cine. Hoy en día, la industria cinematográfica debería comenzar a pensar en adaptarse. Hay muchos efectos especiales, muchos avances en tecnología y lo que ellos quieran, pero una película cuyo argumento deje que desear no la iré a ver al cine aunque esté en 7D. Ni de coña.

Ahora lo que necesitan es aprovechar el filón de argumentos que enganchan para que los espectadores volvamos al cine. Poco a poco, la gente irá volviendo y el precio podrá bajar un poco para abrir de nuevo este mercado al gran público.

Todos echamos de menos, sobre todo los que viven de ello, salas a rebosar y cines con grandes colas; pero no se puede pedir que una mala película atraiga a mucha gente, que el público no es idiota.

Si he de gastar en algo hoy en día, será en cultura. Pero de verdad, no de esa que copiotea carteles para anunciar una mierda sacada de otra mierda.

Y si algún cineasta en busca de un director bombazo que le saque de la miseria lee esto, que se ponga en contacto conmigo, que le daré algunas buenas ideas para el futuro. Nuestro cine necesita una renovación para demostrar lo bueno que lleva dentro. Por mi parte, tiene un pequeño voto de confianza. Pero debe darse cuenta de que, a la vista de lo hecho por los Estados Juntitos, nos queda un largo camino por recorrer.

domingo, 24 de abril de 2011

Edición anotada

Ha llegado un momento de mi vida y, sobre todo, del curso, en el que las palabras "esto tiene que estar terminado el martes" suponen la peor maldición posible sobre un trabajo, porque entonces no estará terminado el martes (por supuesto), pero tampoco el miércoles y ni siquiera el jueves.

Por eso, cuando el jueves antes de vacaciones dije: "Bah, el trabajo del Señor de los Anillos el lunes lo tengo hecho", tendría que haber previsto las consecuencias.

Sin embargo, no todo es culpa mía. La culpa es de los zombi... de la bibliografía. Cuando lees unos 12 o más manuales para hacer un solo trabajo, no debes asustarte si luego te salen 37 páginas y 45 notas a pie de página. Qué burra soy.

Por eso cada día escribo menos aquí. ¿Dónde se ha oído que un burro esté explotando escribiendo novelas? Debería contratar a un mono.

Pero algo bueno he descubierto después de hacer este long trabajo, y es que, si eres friki desde pequeño, un buen futuro te aguarda. Solo tienes que vivir una terrible tormenta vital, que te transportará al mundo de lo fantástico, sobrevivir sin tomar esa sustancia que produce somnolencia y olvido (somnolencia a mí? la reina de las marmotas? pse...), y salir con vida del descenso a los infiernos.

Si lo haces bien y superas tus pruebas, obtendrás tu medalla de héroe y el premio antes de volver a casa. Ordeal lo llaman los ingleses. Qué culta soy.

Eso sí, ahora tengo material para hacer trabajos y publicaciones en los próximos 15 años. Y he soñado con una estancia en Alemania. Venga, Apolo, cuéntame qué te estás callando...

martes, 22 de febrero de 2011

Ley Sinde. El porqué.

Cuando yo tenía 15 años, vine a vivir a esta ciudad. Y creo recordar que ya entonces veía poco la tele. Cuando estaba en casa, por las tardes, hacía los deberes y hablaba por teléfono con mi vecina, y recuerdo que, algunas noches, veía series como Aquí no hay quien viva, porque el resto empezaba a ser una mierda.

Cuando era pequeña, series como Médico de familia conseguían reunirnos a todos en el salón. O Compañeros, que a todas en el colegio nos gustaba. Cosas como Al salir de clase nunca llegaron a engancharme, todo lo demás que veía eran dibujos animados, cuando todavía eran buenos: Dragon Ball, Oliver y Benji, Gargoils, La Banda del Patio, Pepper Ann, y finalmente Pokemon. Creo que la última serie que llegué a ver, cuando mi hermana era pequeña, fue Digimon.

Sin embargo, poco después, Internet evolucionó y se dejó de pagar por minutos conectado. Esto supuso la gran revolución, y dejé definitivamente de ver la tele, porque las series españolas habían terminado por convertirse en un gran truñaco.

Por aquel entonces, mi ordenador era una patata y me permitía solamente hablar por el Messenger con mis amigos, porque si abría dos conversaciones y un explorer, petaba. No existía el tuenti, no existía el Facebook, y a lo máximo que llegábamos, en casa de mi vecina, era a jugar en Minijuegos a cualquier pijadilla.

Cuando yo tenía dieciocho años, y llevaba (umm... joder, qué vejez...) algo más de diez años aprendiendo inglés, me fui un mes a Inglaterra. Yo pensaba que tenía buen nivel; había aprobado That's English, y me sabía chachiguaymente la gramática. Y el primer día, la primera actividad del colegio, una encuesta a la gente, fue crucial. La primera señora a la que pregunté me soltó tan ancha: You are here to learn English, aren't you? (o algo así).

La cara que se me debió quedar tuvo que ser de cuadro. Pero eso me hizo darme cuenta de que yo, que era de las más mejores que conocía en inglés, estaba así, cómo no estaría el resto. Dichosos los que viven con un buen sistema educativo, porque ellos aprenderán de verdad.

En cualquier caso, no sería hasta mucho más tarde que conocí Seriesyonkis. Estando en tercero de carrera, yo mantenía AÚN el ordenador primero que habíamos comprado en casa. Mi patatita, como cariñosamente lo llamaba, funcionaba apenas, pero me hacía un buen servicio. Eso, sumado a que la conexión en mi casa iba a pedales, impedía que pudiera acceder al mundo de las descargas, por lo que las películas me las prestaban. O incluso iba al videoclub.

Pero ese año el ordenador murió, y en verano me regalaron un portatil para poder llevar a la universidad, con el que trabajar mucho mejor. Las descargas iban igual de lentas, pero pude comenzar a engancharme a series gracias a la conexión de mi queridísimo, que tenía sopotocientos gigas. Entre eso y lo que comerciaba con mis amigos, pude ver por fin Dexter, Merlín, Cómo conocí a vuestra Madre, y muchas otras series que en España estaban aún muy lejos de echar.

Ahora todos las conocéis y decís: ah, sí, claro, me encantan, blablabla. Pero entonces era imposible verlas dobladas. O sin doblar. Mientras aquí se dedicaban a ver Física o Química, el Internado, o aberraciones por el estilo para pseudoadolescentes a los que se dan malos modelos de conducta (y no lo digo yo, lo dicen los expertos: Perales Albert, Alejandro (2009), ¿Qué menores ven los menores en Televisión?, Defensor del Menor, Madrid), en EEUU sacaban series como House, Anatomía de Grey, o las que me gustaban a mí: Dexter, CSI, etc.

En realidad, son series también, pero el hecho de que en España ignoraran el mercado internacional obligaba a verlas en un inglés dudosamente subtitulado por fans como nosotros, lo cual, sin darnos cuenta, ha colaborado muchísimo al aprendizaje de la lengua. Es difícil al principio, pues el acento, el tipo de léxico, las construcciones, muchas veces el lenguaje demasiado técnico, nos crean problemas para entenderlo todo. Pero con la ayuda de los subtítulos ibas haciéndote a la serie y los personajes.

Por ejemplo, Deborah Morgan tiene un inglés endiablado, así como Joseph Quinn, ambos de la serie Dexter. Pero tras varias temporadas viéndolo en inglés, ahora los entiendo casi perfectamente.

Un efecto secundario de ver las series en versión original, además, es que eso te imposibilita volver a ver esa serie doblada. Recuerdo con horror ver la segunda temporada de Dexter en español, después de haberla visto en inglés. Siempre es un poco shock al principio, porque la voz no te encaja, no te termina de gustar, pero al cabo de dos o tres capítulos eres incapaz de oírlos con su voz doblada. Imposible, en serio.

Hoy puedo decir que mi inglés ha mejorado bastante gracias a las muchísimas series que veo en versión original subtitulada. Incluso me he lanzado a ver algún capítulo sin subtítulos, y se entendía. Hay una cosa importante que nos empuja a esforzarnos a entender el inglés, y es las ganas exorbitadas de seguir viendo esa serie que te vuelve loco. Y a mí eso no me ha pasado nunca en España.

Por eso estoy en contra de la Ley Sinde. Entiendo perfectamente las exigencias de los derechos de autor de algunas personas, ahora que la música, el cine, está a un clic de distancia. Pero también entiendo que la demanda del público es algo que se debería tener en cuenta. Si seriesyonkis tiene tantísimo éxito, estoy segura de que no es porque nos bajemos todos como locos El Internado, o Física y Química, u otras series españolas. Y eso lo subraya el hecho de que entre sus series más descargadas están las de habla inglesa.

En un país donde la cultura fomentada es la de un subgrupo, de una calidad dudosa, y que no termina de convencer a muchos, tendrían que plantearse buscar alternativas buenas para todos. No quiero caer otra vez en el tópico de meterme con Alejandro Sanz por pedir más dinero con la de millones que tiene; algún día yo también publicaré mi trabajo, y me gustaría poder vivir de ello, aunque sé que es imposible. Solo se fomenta la pseudocultura, no la de verdad.

Pero lo que más me duele, si algún día se cierra del todo el grifo de las series online, es que aquí, en España, desaparecerán obras de arte como han sido Perdidos o Roma, solo porque la economía pesó más que la cultura en la balanza del Gobierno.

El sistema escolar ha fallado; la televisión española flaquea cada día más; nos aferramos a formatos televisivos pasados de moda (véase lo ocurrido poco ha con Operación Triunfo, que ya llevamos 12 años haciendo lo mismo), y no nos damos cuenta de que hemos perdido la cultura. Pero, como siempre, los que sufriremos seremos los que la habíamos encontrado, aunque sea en un portal de descargas que nos permite acceder a unos contenidos que en nuestro país se desprecian.

Economía, nunca dejarás de atentar contra la Cultura...

martes, 21 de diciembre de 2010

Sangre Fresca


¡Ojo! Este texto contiene SPOILERS. Si sigues la serie americana True Blood, la lectura del texto sea bajo tu responsabilidad :)

Cuando terminó, en septiembre de 2010, la tercera temporada de True Blood, lo que todos pensamos fue: ¡Quedáosla! ¡Quedáosla y no nos la devolv... "Jo, y ahora a esperar hasta junio...".

Pero ya ha pasado bastante tiempo, y entretanto nos hemos ido entreteniendo con Super Dexter. Sin embargo, es momento ya de empezar a pensar qué nos va a deparar la siguiente temporada.

Este es un momento de inflexión para las series que acostumbro a ver (Dexter, True Blood, Merlín, etc.), puesto que su trama ha llegado a un momento clímax, la trama general, quiero decir. Y cabe preguntarse si la próxima será ya la siguiente temporada.

Parece probable que la de Dexter lo sea (algunos de sus protagonistas terminan su contrato el año que viene, y de hecho se ha renovado solo por una temporada, cuando la costumbre es renovar por dos), aunque creo que todos esperamos que haya alguna más.

¿Y True Blood? ¿Hasta cuándo van a poder seguir explotando la temática fantástica sin hacerse aburridos? Creo que con esta serie en concreto preferiría que cortaran a tiempo, antes de convertirse en un segundo Crepúsculo atrapaquinceañeras, y de echar por tierra el trabajo de estos tres años.

Ya tengo ganas de que llegue el veintitantos de Junio, para ver a esas nuevas habitantes de Bontemps, el pueblo raro de América.

Y mientras tanto, veremos qué nos depara la Caja Tonta...



martes, 23 de noviembre de 2010

De amicitia

Hace ya bastante tiempo que quería escribir sobre esto, pero nunca encontraba el momento ni la ocasión adecuada. Había pensado ya varios comienzos épicos y altisonantes: "Este es un día especial. Ayer podría haber sido también especial. Mañana podría ser especial, pero lo es hoy. Y ahora estoy creando algo especial". Pero me repetía tanto que me daban arcadas de leerme.

Y luego recordaba que tenía que plantear diez preguntas sobre transmisión (textual, no sexual), y que la fecha límite, el 25 de noviembre, era tres días después. Yo y mis queridos amigos los plazos... Y después tenía que leer sobre un fallido intento de golpe de estado. Y sobre una condena a muerte. Y subir mi ELO, y mejorar mi manejo de la niña satánica y de Tibbers, y claro, al final terminaba olvidando las cosas importantes. Quiero decir, al final terminaba no hablando de las cosas importantes, dejándolas macerar en mi cabeza.

Pero a veces pasan cosas que nos hacen reflexionar. A veces, un número en un contador, un 0 en visitas, un teléfono apagado, dan pie a pensamientos profundos, a que se expongan cosas que existían ya, pero que permanecían ocultas. Tacebat, sed nunc patet...

Hace muchos, muchos años, unos señores muy ilustres y brillantes hablaron de lo mismo de lo que hoy intento balbucear yo. No pretendo, ni deseo, compararme con ellos, pues además de sus virtudes, tuvieron sus defectos. Y yo no puedo competir con ellos en sus lenguas madre. Sin embargo, sí puedo alabar lo que de sus palabras cumplen quienes me rodean.

A veces, el destino juega su particular partida de forma inescrutable, y nadie puede prever lo que ha de ser y será. Tan solo se nos permite sufrir sus consecuencias, y sonreírle mientras él mueve una pieza más. Sin embargo, a veces, un sendero de escarpadas piedras que llaga nuestra piel nos conduce a un edén inesperado.

Tengo que agradecer la parquedad de palabras, el desprecio a la plebe, el arte en esencia, el Imperio Que Será El Segundo Después Del Mío, el bah, y el Despellejamiento Gratuito.

A veces una imagen vale más que mil palabras. Pero a falta de imagen, voy a decir unas palabrejas.

Libélula. Conspiración. Fuego y Destrucción. Concilio. Tortilla. Desvarío multiconversacional.

Y con esto me despido, tan solo tengo que añadir:

¡Seguid la tradición! ¡Linchad al alcalde! ¡Y que muera esa niña cabrona!

Gracias por ser como sois y seguir donde estáis. No os mováis nunca. :)

viernes, 6 de agosto de 2010

Indecisión, conexión nueva y tiempo libre.

La gente que me conoce sabe que soy una asidua a las series. Claro, que también se podría decir que soy una yonki, y no dejaría de ser una gran verdad.

Todo esto comenzó hace ya mucho tiempo, aunque algún elfo descarriado podría decir que eso no es nada, que ellos viven mucho tiempo, que blablabla... pero claro, después de cosas como esta nadie se toma en serio lo que dicen.

El caso es que hace como unos cuatro años yo apenas veía la tele. En esta cuenta no entran los Simpsons, serie que todo el mundo ha visto a lo largo de su vida. En esto me refiero a la tele como aparato que reclama tu presencia cada vez que emiten el programa que te gusta. Yo antes no era así, y tampoco veía series ni películas por Internet. Cierto que la razón podría ser la patata de ordenador que tenía, o mi mierda de conexión, pero el caso es que yo no veía la tele.

Y la consecuencia directa de esto es que yo no me enganchaba a series. Sin embargo, como ya he dicho alguna vez (o al menos, como ya tuve intención de decir...), soy una persona muy apasionada en todos los aspectos de mi vida. Lo mismo me colgaba a lo loco con una canción, y no dejaba de escucharla en varios días, que cogía un libro y me sentaba a leer hasta que me lo acabase.

Por eso era cuestión de tiempo que algún día viera una serie que me enganchara de verdad, y que me metiera de lleno en el mundo de las descargas directas, de los minutos de limitación de megavideo, y del sufrimiento espasmódico del músculo craneal cada vez que un capítulo te dejaba en situación de infarto.

La culpa, como casi todo en mi vida, fue de Dexter. Como ya he hablado de esto aquí, y como puede verse, además, en el nuevo aspecto de mi blog, no hace falta que diga lo muchísimo que me gusta. Ya he visto el nuevo trailer, y estoy desesperadita por ver la nueva temporada, pero hasta el último domingo de Septiembre no saldrá. Por eso me entretengo con el último libro, de una calidad con creces mayor que el anterior en la serie, como dice Santa Wiki. En realidad estuve a punto de dejar de leer esta serie por culpa de la pifia del libro 3, pero he de admitir que estoy contenta de haber seguido, merece la pena.

Sin embargo, como entre temporada y temporada pasa mucho tiempo, de alguna manera hay que rellenar el (escaso) tiempo libre del que disfruto en mi vida. Así, cuando me familiaricé con esa página maravillosa (todos te adoramos, Danko), recuerdo que fue al terminar la tercera temporada de Dexter, comencé con How I Met Your Mother. Son capítulos de 20 minutos, de trama sencilla y argumento similar al que tuvo Friends hace años. Yo esta no la vi, pero con HIMYM me enganché a muerte en el mes de exámenes de 4º de carrera, y me puse al día en muy poco tiempo.

Y como aquello de ver series parecía divertido, estuve buscando, y junto a un amigo encontramos una serie sobre Merlín y los caballeros y Arturo y todas esas cositas, pero ambientada en su juventud. En realidad, es un batiburrillo de serie americana de instituto mezclada con mundo medieval con un poco de la historia de Merlín. Porque quién se cree que Ginebra sea a) negra en la Britania del siglo VI d.C.; b) fea, cuando Arturo siente tilín por Morgana, que es notablemente más guapa; c) una sirvienta. Teniendo en cuenta que ambas son bellísimas personas (ejem... Morgana es una bruja inteligente, en el sentido literal de la palabra), y que las dos son muy amables, ¿con quién os quedaríais? No hace falta ni que responda. En cualquier caso, la serie me gustó en versión original, y empecé a verla, y ahora estoy también esperando a que en septiembre salga la temporada tres, que espero que supere el nivel de lo anterior. Al menos el final de la segunda quedó a buena altura...

Y después de esta serie, me empezó a molar eso de ver series en inglés. La tercera de Dexter la había visto en inglés, a partir de no sé cuál de HIMYM lo mismo, pues no estaban traducidas, y la de Merlín también, pero esta porque el doblaje era como una patada en el estómago.

Y entonces alguien recomendó otra serie, una de vampiros, por la que no daba demasiado en un principio. Pero después, cuando aprendí a superar mi odio por Paquitadientesseparados, Cejasnegras, Billnomedejesquememeoencima Stackhouse, la serie empezó a ponerse interesante. Hay que admitir que la segunda temporada merece únicamente la pena por la historia de la Secta del Sol y por Super Eric, porque todo lo del pueblo es infumable. Pero una vez más, los guionistas han logrado superar sus propias barreras, y la tercera temporada esta siendo MUY buena. En serio. También hay libros de la serie, pero todavía no he podido leerlos, estoy a medias con otros ahora, así que ya contaré si llego a ellos algún día.

Y estas son las series que ahora mismo sigo, unas ahora, como True Blood, otras de Septiembre a Febrero, como Dexter o Merlín, o de Febrero a Junio, como HIMYM. Y queda una, una que sabéis que me ha gustado mucho, después de odiarla durante tres años por cosas que no vienen al caso, una que logró un nivel increíble, fastidiado solo a medias por un final algo mediocre. Sigo pensando que mi propuesta de final era mucho mejor, y como me volví experta en ignorar secciones de series que no me gustaban, para mí sigue siendo una de las mejores series de la historia. Pero de eso no hablaré aquí ni ahora. Ni quiero crear polémica, ni quiero que se me aburra el personal, por lo que me limitaré a lanzar la propuesta que quería hacer.

Ahora mismo, compañeros, estoy viendo True Blood de semana en semana, la novena temporada de CSI Las Vegas, a punto de terminar la mejor parte y dejarlo, para pasarme a Miami, y The Big Bang Theory a mitad de segunda temporada. Sin embargo, cuando se me acabe esta, no tengo la más remota idea de otras series que puedan merecer la pena.

Me gustaría tener alguna recomendación, a poder ser contando un pelín de qué va lo que se recomienda. No espero un gran aluvión de respuestas, al menos alguna, y pronto seguiré contando alguna cosina más, a ver qué tal termina mi libro de Dexter, y qué tal va mi Ciclo Pendragón, que tengo los cinco mirándome desde la estantería desde hace poquito. Y nada más por ahora, cucarachas y cucuruchos.

domingo, 20 de junio de 2010

ATENCIÓN: SPOILER

ATENCIÓN: Spoiler, pero uno de los grandes. Si eres fan de Dexter y no has visto la cuarta temporada, sal ahora mismo de aquí y vuelve cuando renueve entrada. Si no, sigue bajo tu responsabilidad :)


Después de la enorme cagada de la entrada de ayer, que tuve que borrar porque el puñetero html se reía de mí, vengo cargada de paciencia a ver si esto funciona en condiciones. Todos los que me conocen, quiero decir, los que me conocen de verdad, saben que soy
una apasionada de mis cosas. Y entre esas cosas está Dexter.

Cuando terminó la cuarta temporada, allá por diciembre de 2009 (el día 13 se aireó en los Estados Juntitos), tuvimos que ver todos con la boca abierta el terrible, y a la vez genial, final de temporada. Fue algo parecido al final de Perdidos, nadie se lo esperaba, todos nos quedamos unos segundos callados sin saber qué decir o qué pensar. La diferencia es que después, con el tiempo, cuando reflexionamos sobre lo que había sucedido, nos dimos cuenta de la grandeza y genialidad que supone hacer eso con uno de tus personajes principales.



¿Quién no pensó en qué iba a ser del pobre Harry Junior, que de tan chiquitín había tenido que ver cómo su mamá moría en una bañera? ¿O sus hermanastros, hermanitos, huérfanos de padre y de madre?

Ya queda cada vez menos para esta nueva temporada, la quinta y, esperamos, no la última. Y sabemos todos que no habrá venganza para el pobre marido desolado, pues mató al asesino antes de saber lo que había hecho.

No sé qué pasará en esta nueva temporada, no sé qué hará Deb después de que se de cuenta, irremediablemente, de quién es su hermano. Cuando ate cabos, ¿qué hará? ¿Qué pesará más, el amor fraternal o el deber moral? Pero en este caso, ¿de qué lado está la moral?

Lo único de lo que estoy segura es de que el lunes 27 de septiembre estaré totalmente inmersa en una nueva trama que ocupará tiempo y mente durante las siguientes doce semanas. Y vosotros qué,

¿todavía no lo habéis visto?

martes, 13 de abril de 2010

FB, SS, 20, y otros desgarros...

Ahora que todavía estoy un poco atontonada por la anestesia, ahora que más bajo no puedo caer (porque no se puede estar peor que cuando no notas si se te cae la babita...), ahora que estoy harta de ver el panorama, y pensar que en este blog lo único que quedan vivas son las tortugas, ahora he decidido que voy a prostituirme. Un poco, que nadie se asuste. Y metafóricamente, no quiero recibir proposiciones ni billetes en sobres.

Voy a poner mi blog en el dominio púbic.. público, y lo voy a publicar en el Caralibro (FB). El problema es, ¿qué tengo yo que ofrecer a esa gente? Y lo que es más, ¿quiero que esa gente lea lo que yo escribo?

Hoy que estoy poco presionada por el próximo examen voy a sopesar pros y contras.

Pro: tendré más lectores (con que haga click una persona, ya será más que ahora...).

Contra: tendré que tener más cuidado con lo que digo y de quién lo digo. Se acabó el meterme directamente con la gente, se acabó el insultar y llamar a alguien malditobastardohijode poco inteligente. Eh, espera, nunca hago eso...

Pro: tal vez tenga más comentarios.

Contra: estaré yendo en contra de mis principios, que me impiden ser una poetilla más que se publicita. Mis principios arrastrados, me convertiré en una moderna de mierda con ínfulas de grandeza que se cree Marcel Proust. Bueno, ese no, mejor Paul Auster.

Pro: ...

Contra: confirmaré esa verdad como puños de que hoy "todo el mundo escribe, todo el mundo se cree escritor".

Pro: ... Ya dije lo de los comentarios?

Contra: Mis principios. Modernas de mierda.

Pues va a ser que no publico nada. Creo recordar que es la segunda vez que tengo tentaciones de poner esto en una red social. No en el veinti, que en ese no hay más que gen...te, sino en Caralibro, que parece que tiene más status. Pero aprecio más esa sensación de que esto sigue siendo algo privado, aunque no tenga tiempo, aunque no sea como otras cosas, aunque sea casi un espejo donde leo lo que escribo.

Hoy habría cortado aquí, pero, como dice una profe mía, citando a los grandes, todo texto sale de otro texto. No puedo evitar que ciertas personas me produzcan una absoluta repulsión, física y psicológicamente. No puedo decir que no me esfuerce, no puedo decir que no haya intentado entender el porqué de la... cómo llamarlo... mantengamos el secreto. Puedo encontrarle un nombre, pero no quiero.

En cualquier caso, hay gente cura mera existencia crispa mis nervios. Sus opiniones, tal vez por casualidad, tal vez por naturaleza, son opuestas a las mías. Que respiren me repugna. Pero qué le vamos a hacer, es inevitable.

martes, 2 de febrero de 2010

Lo que he visto...

Llevaba ya pensando un par de días, sí, pensando, lo que suele hacer poca gente y muy de vez en cuando, aunque lo que me ha acabado de convencer ha sido esto.

Entre Blogs propone un concurso en el qeu sortean un Papyre 6.1. de Grammata. He estado discutiendo recientemente con un profesor, alegando yo en mi estulticia que no compraría eso hasta dentro de unos años, y que incluso trataría de evitarlo. Después de hacer de abogada del diablo un par de veces, y de pensar en mi pobre espalda resentida de llevar peso, creo que podría ser incluso algo positivo.

Debería dejar de lado mi tecnofobia, y pasar por el aro hacia estos modernos cacharrillos, y por eso he abierto el blog (de momento), por si suena la flauta y llega Papa Noel Retrasado.

En otro orden de cosas, yo, que soy una persona, o tal vez una dramatis personae, he notado un cierto cambio. No lo huelo en la tierra, ni en el aire, pero veo que el motivo con que abrí este blog es hoy casi inexistente, sobre todo después de leer el tratado Sobre la Ira.

Y, sin embargo, me vuelven mis pretensiones literarias, que no calificaré aquí. Creo que, hasta cierto punto, conozco mis límites. Lo que sé, esto seguro, es que me apetece seguir escribiendo como una esquizofrénica posesa, aunque sea aporreando el teclado con los codos, porque LO NECESITO. Porque como me calle, me va a reventar el cerebro de tantas ideas que tengo dentro.

Y sobre todo, porque me gusta. Así que, a partir de ahora, dividiré mi tan reducido tiempo, y lo compartiré con vosotros. Y en cuanto tenga un rato, me cambio de aspecto. No viene mal tampoco, ¿no?

martes, 19 de enero de 2010

Las empresas de telecomunicación son como un terrorista albanokosovar paranoico. Bueno, estos tienen poder limitado. Pero las empresas de telecomunicación...

martes, 5 de enero de 2010

¿Qué tendrá?

¿Qué tendrás, para que cuando algo interesa tanto como para pasar el tiempo junto a ello, se esté a la vez odiándote y queriéndote cerca?

¿Qué tendrás, Spoiler, para que tenga miedo de mirar el perfil del Caralibro, donde podría con un solo clic ver la puñetera nueva portada de esa serie que tanto me gusta?

¿Qué tendrás, Spoiler, qué tendrás, que no me dejas dormir, ni vivir, ni estudiar, ni muerta?




viernes, 19 de junio de 2009

La reputa!

Hoy voy a hacer una excepción, y me voy a acordar de los muertos.

Me voy a acordar de los santos muertos del puñetero Megavideo (sin tacos, por si acaso), que me ha vuelto a dejar tirada, a falta de ver acabar 10 minutos de un puto capítulo.

Probaré y probaré formas de verlo, pero siempre me jode. Siempre.

Y encima, examen ahora, a las 5, con el calor que hace. Y sin ganas, y sin fuerzas, y sin nada.

Porque el mundo funciona como quiere, y busca las sonrisas si le apetece.

Y las que encuentra, iluminan la oscuridad.

:)

domingo, 14 de junio de 2009

Por el rock!


Todo en la vida podría ser mejor, pero también peor.

Y por lo visto, un día malo también puede tener cosas buenas. Mañana hay parón, así aprovecharé a estudiar y a ir finiquitando asuntos pendientes.

Que ya se acaba esto :)

viernes, 5 de junio de 2009

WTFsighhhh

Agito mis dedos compulsivamente antes de empezar a escribir, porque ha sido un día largo. Sí, escribir, después de cuatro horas de examen, me pongo a escribir más. ¿Por qué? Porque Megaupload decide no cargar más de un segundo de serie cada minuto real, con lo cual, ver un combate así, está matando mis nervios.

Para empezar, siempre, siempre, me salta la limitación, aunque parezca que he visto menos minutos de los que debo. Me deja a mitad de capítulo, da igual que use el truco de sin conexión, que use cualquier otra cosa, porque si dice que no, es que no.

Pero además, me intento bajar un programa que me permite ver en VCL y oh! ¡Suprais! Es un virus! En realidad no sé si lo era, pero mi Defender dice que era peligroso, y me reinicia el ordenador con dos capítulos cargados.

No contentos con ello, vuelvo, y la limitación me hace esperar. Hace una hora y 20 minutos que puedo ver más minutos, pero el capítulo no ha terminado de cargar. Por si fuera poco, la serie que veía tan afanosamente, de la cual llegué a ver catorce (14!) capítulos seguidos, y que pensé que había terminado con un final chocante (WTF), resulta que tiene dos capítulos más!!!

¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿QUÉ ES ESTO??????!!!!

Así que aquí estoy, una hora y media después de empezar a cargar el capítulo a medias, a falta de 10 minutos de saber si se muere el padre, o mato a los de internés, y al 75 % de descarga del otro capítulo, que, por dios, son 300 KB!!!!, que los bajo en 10 minutos en otros sitios!

Y yo que pensaba estar a las diez en la cama... Habráse visto...

P.D.1: todo esto, en plenos exámenes de junio...

P.D.2: me ha dejado esperando a cargar con la espada del enemigo en alto, y el "bueno" en el suelo. AaAaA...

miércoles, 27 de mayo de 2009

22.51 La estilística (o la teoría más odiada)

Menelmacar* dice:
sin riesgo no hay gloria


)O( Morgana Majere.... Odi profanum vulgus et arceo.... { soy ≠ } Y ya en los infiernos se adornará como una esposa... dice:
sin cuerpo no hay delito


* Como no todo es lo que parece, y el culo no se sienta bien si no es jodiendo, el nick no se puede especificar, así que los corchetes picudos fuera. Eso sí, esta vez sé por qué pasa, y no me lo ha dicho nadie, ehhh B)

sábado, 2 de mayo de 2009

Publicidad...

Pasear de tienda en tienda durante tres horas para comprar detergente (que no había), buscar modelos agotados de teléfonos móvil y llevarte a casa dieciocho litros de leche... 18 euros.

Renunciar al móvil que te ha sobrevivido casi tres años, aguantándote golpes, salidas de fiesta, viajes, agua, desconchones, conciertos, mensajes y muchas más aventuras... un cojón de mico.

Escuchar
el Invierno de Vivaldi en tu nuevo móvil mientras te llaman, con muy buena calidad... No tiene precio.


Salvapantallas

lunes, 13 de abril de 2009

Con todas las de la ley


Cuando te das cuenta de que muchas de las cosas que haces (o sabes hacer) las haces por ciencia infusa, y no puedes explicarlas ni, en muchos casos, repetirlas, empiezas a plantearte cosas.

Por ejemplo, traducir griego. Con los años, y a base de repetir las cosas y de verlas mil veces, he aprendido cosas de gramática y morfología. Con todo, hay muchos (muchosmuchos) textos que he traducido sin saber cómo. Siempre se me dio bien, aunque no era capaz de explicar cómo ni por qué. Hasta aquí bien, claro. Pero si tienes que hacerlo... ¿qué cara pones?!

Entonces comienzas a pensar. Porque no solo es eso, claro, también está lo que haces con el blog, o ciertas cosas que implican objetos electrónicos. Y te preguntas: sí, cierto, me han explicado cómo funciona, me han dado guías, pero cuando me he puesto a utilizarlo, a ponerlo en práctica, me he encontrado con el culo al aire! Entonces, ¿cómo he conseguido que funcionara el contador de visitas? xDD

O lo que es más, ¿cómo he sido capaz de buscarlo y mirarlo sin ayuda??

Y como estas preguntas tienen menos respuesta que el por qué en mi sueño jugábamos a ser gangsters, a mí se me repartían, y acabábamos conduciendo en una especie de cuencos de lentejas (con lentejas) por la Calle Ferrari mientras a nuestro alrededor tenía lugar una procesión de Semana Santa, y me cruzaba con el decano, como tienen menos respuesta que eso, intentaré seguir disfrutando de esta suerte.

¿O maldición?


El por qué los mandos, las minicadenas, los ordenadores, y otra serie de máquinas no me obedecen, mientras que al primer toque funcionan, si es otra persona quien lo toca, por qué mi ordenador hace cosas para las que ni siquiera está programado, y por qué se me descoloca todo cuanto no debería en cuanto entra en juego algún elemento electrónico, a eso responderé otro día.


Si me deja la máquina...


P.D.: tengo que ponerlo, alguien ha accedido a mi blog buscando "tenía pene"

jueves, 9 de abril de 2009

¿Hasta dónde lleva el aburrimiento?




Pokémon Edición Roja 1995 - 1999