lunes, 19 de abril de 2010

Cada vez es diferente

Me siento distinta, extraña, como ajena a lo que era yo.

Un pulso sordo que comienza dentro, y se extiende. Se extiende hasta hacerme olvidar, cerrar los ojos, y pensar que no estoy aquí. O que estoy aquí, y a la vez muy lejos.

Latidos. Latidos en el silencio. Pastillas redondas y blancas que vienen y van.

Tan extraño, ñax nertaot...

Ausencias.

domingo, 18 de abril de 2010

Mira, una moderna...



Un texto produce otro texto. O eso dicen.

O sea, la lectura de un texto más o menos literario produce, en una reacción igual y a la vez opuesta, un texto más o menos literario que, a su vez, producirá otros textos, otras reacciones, y otros resultados, a su vez, más o menos literarios.

Sin embargo, el microtexto A, digamos, mi arquetipo de hoy, creo que ni merece la pena. Había escrito una larga retahíla de insultos y quejas, algo menos velados que de costumbre, pero creo que ni eso se merece.

El autoengaño es una basura. El autoconvencimiento durante la juventud crea mujeres adultas reprimidas que, años después, sufrirán frecuentemente "dolores de cabeza" y "amplias protuberancias parietales que surgen desde ambas sienes".

Pero eso no es asunto mío. Yo ya he trascendido y he abierto los ojos. Y no me ha hecho falta café para averiguarlo. Pero qué putas y modernas-de-mierda reprimidas...

P.D.: y el caso es que me falta tanto que decir...

martes, 13 de abril de 2010

FB, SS, 20, y otros desgarros...

Ahora que todavía estoy un poco atontonada por la anestesia, ahora que más bajo no puedo caer (porque no se puede estar peor que cuando no notas si se te cae la babita...), ahora que estoy harta de ver el panorama, y pensar que en este blog lo único que quedan vivas son las tortugas, ahora he decidido que voy a prostituirme. Un poco, que nadie se asuste. Y metafóricamente, no quiero recibir proposiciones ni billetes en sobres.

Voy a poner mi blog en el dominio púbic.. público, y lo voy a publicar en el Caralibro (FB). El problema es, ¿qué tengo yo que ofrecer a esa gente? Y lo que es más, ¿quiero que esa gente lea lo que yo escribo?

Hoy que estoy poco presionada por el próximo examen voy a sopesar pros y contras.

Pro: tendré más lectores (con que haga click una persona, ya será más que ahora...).

Contra: tendré que tener más cuidado con lo que digo y de quién lo digo. Se acabó el meterme directamente con la gente, se acabó el insultar y llamar a alguien malditobastardohijode poco inteligente. Eh, espera, nunca hago eso...

Pro: tal vez tenga más comentarios.

Contra: estaré yendo en contra de mis principios, que me impiden ser una poetilla más que se publicita. Mis principios arrastrados, me convertiré en una moderna de mierda con ínfulas de grandeza que se cree Marcel Proust. Bueno, ese no, mejor Paul Auster.

Pro: ...

Contra: confirmaré esa verdad como puños de que hoy "todo el mundo escribe, todo el mundo se cree escritor".

Pro: ... Ya dije lo de los comentarios?

Contra: Mis principios. Modernas de mierda.

Pues va a ser que no publico nada. Creo recordar que es la segunda vez que tengo tentaciones de poner esto en una red social. No en el veinti, que en ese no hay más que gen...te, sino en Caralibro, que parece que tiene más status. Pero aprecio más esa sensación de que esto sigue siendo algo privado, aunque no tenga tiempo, aunque no sea como otras cosas, aunque sea casi un espejo donde leo lo que escribo.

Hoy habría cortado aquí, pero, como dice una profe mía, citando a los grandes, todo texto sale de otro texto. No puedo evitar que ciertas personas me produzcan una absoluta repulsión, física y psicológicamente. No puedo decir que no me esfuerce, no puedo decir que no haya intentado entender el porqué de la... cómo llamarlo... mantengamos el secreto. Puedo encontrarle un nombre, pero no quiero.

En cualquier caso, hay gente cura mera existencia crispa mis nervios. Sus opiniones, tal vez por casualidad, tal vez por naturaleza, son opuestas a las mías. Que respiren me repugna. Pero qué le vamos a hacer, es inevitable.

domingo, 11 de abril de 2010

Times New Roman. Tamaño 12. Espaciado 1,5. Justificar.

El tiempo pasa. Ineluctable, ineludible, y para todos.

Y digan lo que digan, los pelos del coño abrigan
deja sus huellas irreversibles e imborrables.

Por eso tengo alguna arruga alrededor de los ojos, por eso he trascendido a los nervios y la rabia de la impotencia (eso es madurar, me dicen), por eso ahora me concentro mejor en el salón.

Sí, debe de ser la edad. Me estaré preparando para la independencia.

La guerra no, la otra.

sábado, 10 de abril de 2010


Tiene narices. Tantos millones gastados en "los galácticos", y luego tiene que salir SuperRaúl a salvarles el culo.

Si estos nuevos gladiadores hubieran vivido en su tiempo, otro gallo cantaría.

Y otros buitres se alimentarían de la carroña de sus cuerpos muertos, asesinados por aquellos guerreros que, de verdad, merecían vivir.

Rabelais, Gargantúa, Bajtin.


Rabelais explica el nombre de París de la siguiente manera. Cuando Gargantúa llegó a esa ciudad, se concentro en torno suyo gran cantidad de gente; y él, "para reírse" (par ris) "desatascó su bella bragueta, sacó al aire su méntula y los meó tan copiosamente que ahogó a doscientos sesenta mil cuatrocientos dieciocho, sin contar en esta cifra las mujeres y los niños... Desde entonces la villa se llamó París" (Libro I, Cap. XVII).

viernes, 9 de abril de 2010

La historia que me contó una patata


- Sí, ya sé lo que parece. Sin embargo, es así como sucedió, tal y como se lo he contado. Él sacó la pistola, disparó, y luego se marchó corriendo. ¿Cómo? No, ni por asomo. Si hubiera mirado detrás de la cortina yo ahora estaría muerto. Pero estoy aquí, vivito y criando hijos. Mire, mire, aquí puede usted ver cómo crecen. Pero no se crea, no es tan bueno. Al fin y al cabo, tengo que cargar con ellos todo el día, y luego siempre me los arrancan. ¡Y sin preguntar siquiera!

Pic

- ¿Ha apagado la grabadora ya? Joder, estaba harto de moñeces. Estos putos hijos que me salen... Mire, todo el día arrancándolos y tirándolos detrás del sofá para que mi mujer no se dé cuenta. Si se entera... Pero bueno, ahora con esto de los disparos voy a hacerme famoso. Igual hasta puedo buscarme una boniata así jovencita y macizorr... ¿Qué? ¿Sí, cariño? Sí, te he oído, que cuelgue la lavadora. Ya voy, que sí, y después pasaré el aspirador... Ay, mujeres. ¿Que qué? Nada, no decía nada... Es hora de irse, caballero, ya nos veremos en otra ocasión.

jueves, 8 de abril de 2010

- Si las guapas de cara, además, tienen buen cuerpo, lo único que nos queda es ser amables. Y si encima son simpáticas, solo resta el suicidio.

- ¿El nuestro?

- No. El de ellas.

martes, 6 de abril de 2010

Desgarra.

Golpea.

Arranca. Corta. Mata.

¿Quieren saber? Que sepan. Que lo sepan todo, aquí y ahora. Que sepan por fin todo lo que no dijiste, todo lo que no sentiste, todo lo que te negaste a vivir. Que lo sepan y lo sufran. Que el ácido les corroa la mente, les haga oler la podredumbre de su corazón. Que su bilis se extienda por el suelo, y que en ella se deshagan sus ojos aplastados por el tacón de tu bota.

Que MUERAN. Que ya no vivan. Que se apague su existencia. Que cesen los golpes, que paren los ruidos. Ni gritos, ni gemidos, ni suspiros, ni susurros. Eso ya no vale. Súplicas, vano consuelo de los impenitentes.

Ya no los oigo.

Ya no los veo.

Ya...

lunes, 5 de abril de 2010

Solo necesito un título...


Podría no necesitar ni una sola palabra, y con imágenes retratar mi pasado, mi presente y mi futuro.


Podría no querer (o querer no) usar ni una palabra, y con sonidos representar mi vida, mi esencia y mi cuerpo.

Podría hacer todo eso, y aún más, pero no quiero. Porque mi pasado son palabras, palabras mi presente y mi futuro; palabras son mi vida, mi esencia, y en mi cuerpo están grabadas, a fuego y hierro.

Por eso sigo usando las palabras, esas que algunos llaman vacías e impuras, esas que tanta fuerza tienen que hasta matar pueden, esas que nos dan la vida y nos la quitan, ellas que nos hacen reír y llorar, ellas...

¿Quién podría no quererlas?