sábado, 16 de mayo de 2009

In a lonely place - Open your mind


Hay días en que pides cosas con toda tu fuerza, cosas que, en otras circunstancias, todo ser humano trataría de evitar. ¿Por qué?

¿Tanto cuesta admitir, asumir y digerir el fracaso, la pérdida? ¿Tan competitiva se ha vuelto nuestra alma que no alcanza a comprender que el camino ha terminado? Los intentos, aunque muchos, fueron en vano, y los resultados puede verlos solo ahora, cuando está al final del camino y mira atrás.

¿A quién le importa? Sonrisa condescendiente, muy bien, pero no vale nada, te escuchamos, es a lo más que llegaremos. La mediocridad que abunda por el camino acaba sublimando el alma de los mejores, haciéndolos diferentes. Y la diferencia es distancia. Y la distancia acaba aislando, separando, diferenciando, poniendo un abismo entre dos campos. Y los puentes no alcanzan ya tan lejos.

Ha llegado el invierno, y el dulce frío calmará por fin el ansia irrefrenable que corre por las venas. Ese saber que, si acaso lo permitieras, destruiría el universo, pues la rabia no tiene frenos, el odio no tiene límites. Pero está oculto, nada temas. Los susurros y llantos seguirán siendo secretos, no surgirán para perturbar el silencio de la perfección, ni revelarán los oscuros recovecos del alma, que destrozada llora.

Hermosa Pandora, guárdate de entregarnos tus dones una vez más, ya no nos valen, nada importa. Oh tú, Pandora, helada fuente de dolorosas heridas, vuelve tu rostro una vez más, y vete lejos. Llévate contigo tu amarga Ira, y el oculto Rencor, no nos traigas ya Esperanza, pues hemos olvidado tal significado.

Y que los dioses nos guarden, ha llegado ya el invierno...


Recuerda esto: sea una piedra o un grano de arena, en el agua se hunden igual...

3 comentarios:

Sergio dijo...

Tanto una piedra como un grano de arena en el agua se hunden por igual...


:)

Menelmakar dijo...

Arinam al ne estatsila.

Morgana Majere dijo...

eso está mejor, meneíto, eso está mejor.. (sara guardando armas)