lunes, 15 de marzo de 2010

In animo lectio insculpta...

Yo, que conocí el Caos, que viví entre los intrincados reveses de la vida misma, que jugaba a la rayuela con Muerte y Sueño.

Yo, que tiempo ha fui capaz de ver completo el blanquinegro tablero de nuestra particular batalla, a quien nunca se ocultó la posición de un peón - o de una reina -, para quien lo único oculto era aquello que no quería ver.

Yo, que supe qué, cuándo y cómo, con quién, por qué y con qué finalidad, auctor et dux, calmada y serena, dueña de una absurda ataraxia.

Yo, que me conocí y pude controlarme, ahora, no soy yo.

¿Y qué soy, sino una vaga sombra de lo que fui, un títere sin cabeza, una marioneta rota que yace en el fondo de un proscenio abandonado, cubierta de polvo y desechada, inerte, inerme, y ya sin vida?

Polvo soy, mas polvo enamorado.


1 comentario:

Hinageshi dijo...

¿Verdad que es sencillo...?