jueves, 2 de septiembre de 2010

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En ese instante se detuvo. Levantó la mirada e inspiró profundamente, tratando de que el fragor de la batalla se alejara de ella, tratando de no oír más gritos, más rasguños de metal, más sangre goteando en el suelo. Y por un momento parecía que todo se calmaba a su alrededor, aunque no fue más que una ilusión pasajera.

Frente a ella, desde las sombras, una nueva patrulla avanzaba hacia sus compañeros. Estiró brevemente los dedos y agarró su arma. Tragó saliva y afianzó los pies en el suelo, lleno ahora de barro y sangre. Dejaría que vinieran, estaba demasiado cansada para perseguirlos más. Y entonces lo oyó.

Apenas perceptible, contra el viento, una débil campanilla sonaba en la distancia, clamando por una ayuda que parecía no llegar. Indecisa, miró al frente. Eran diez, o una docena, no estaba segura. Y junto a ella no quedaban más que seis, y no en muy buenas condiciones. Y la llamada seguía sonando...

Frunciendo el ceño, tomó una decisión, que se tornaría en la más importante de la batalla. Miró a su espalda, para asegurarse de que sus refuerzos estaban cerca, y corrió hacia la espesura, a su derecha, lejos de la sangre, lejos de aquella batalla, buscando entre las sombras del bosque la apremiante llamada de socorro de aquella campanilla aliada...

3 comentarios:

Menelmakar dijo...

Deja de jugar tanto al LoL Sara... que luego que sueñas con él

Morgana Majere dijo...

xD jajajajaja quéee va... :)

Ojo de gato dijo...

La campanilla soy yo llamando a mis lacayos :D

Sara, los del LoL deberían regalarte algo por crear nuevos adeptos, extiendes tu viciada al juego como una enfermedad xDD