Título:
Panteón.
Autor:
Carlos Sisí.
Editorial:Editorial
Planeta.
1º Edición:
Marzo 2013.
ISBN: 978-84-450-0117-2356.
Páginas:
470.
Dimensiones:
16x23.
Formato: Tapa
dura.
Precio:
19,50.
La grandeza de un escritor no se revela en la
complejidad de sus palabras ni en intrincados giros narrativos que, más que
sorprender al lector, pueden llegar a extraviarlo. Se nos descubre, más bien,
entre otras cuestiones, en su capacidad de convertir lo cotidiano en algo
extraordinario.
Las novelas de Carlos Sisí, autor de la trilogía de Los Caminantes, de la novela breve Edén Interrumpido, del eco-thriller La Hora del Mar y de la flamante
ganadora del Minotauro 2013 Panteón,
están escritas con una prosa aparentemente sencilla, como “de andar por casa”.
Son fáciles de leer, fluidas, y transmiten una sensación de comodidad narrativa
que traslada al lector con facilidad de una página a la siguiente. Sin embargo,
al fijar la atención en los pequeños detalles, se descubren los engranajes que
las convierten en obras aclamadas por el público. Ese noséqué que las hace
diferentes.
Con
la notable excepción del suave zumbido de las viejísimas máquinas, un sosegado
silencio flotaba en el interior de la nave. Así comienza Panteón, con el sibilante susurro de la
maquinaria de la Sally rondando nuestro pabellón auditivo gracias a una
afortunada aliteración que se extiende por esta contundente primera frase. Y
así continúa su aventura a lo largo de trescientas cincuenta y séis páginas que
se pasan como un suspiro.
Comenzó su periplo literario con el terror zombi, el
apocalipsis y el fin de la humanidad amenazada por la propia raza humana; consiguió
generar una angustia desoladora a través del mero ladrido de un perro; y
sometió al hombre a una nueva condena que nacía del mar. Ahora la Tierra ni
siquiera existe, explotó hace algo más de diez mil años, y la civilización se
ha extendido por el universo, donde continúa su evolución y su cada vez más
compleja existencia. Y sin embargo, se
mueve.
Carlos Sisí se maneja con comodidad en diferentes
escenarios, en distintos géneros literarios que, en el fondo, utiliza casi como
pretexto para hablar de la psique humana, del comportamiento que nunca cambia,
de los diversos futuros que nos esperan ¾y,
de verdad, en algunos casos espero que no sea un Nostradamus moderno.
Quizás su aporte a la ciencia ficción no tenga tanta
trascendencia como la revolución que personajes como el Padre Isidro o Juan
Aranda suponen para el género zombi ¾y
en este caso debo confesarme profana en estos ambientes futuristas y futuribles¾,
pero eso no le quita calidad a una novela donde el peso lo lleva una trama que
va in crescendo hasta un final
trepidante donde el tiempo se agota cada vez más rápido para todos los
protagonistas.
Mal y Fer vuelven a formar un dúo tragicómico a través
del que se nos va llevando más y más profundo en las entrañas del planeta
E-93472-N, aunque su protagonismo se verá eclipsado pronto por un personaje
que, junto a Gulich, el mastín de Los Caminantes,
encabeza una lista de secundarios entrañables que espero que Carlos Sisí
aumente en posteriores novelas. Por supuesto, hablo del robot Centurión Bob,
que no dudo hará las delicias de todos los lectores.
En intensa pugna por el Primer Premio al Mejor Villano
de la Literatura Sisiana, Jebediah se enfrenta al Padre Isidro con su cuerpo
tecnológicamente implementado y una frialdad y crueldad dignas de los más
aberrantes personajes de las filas del Mal. Su carácter y sus actos lo sitúan
cerca de figuras como Darth Vader o, por cuestiones que es mejor no desvelar,
el Rey Brujo de Angmar.
Sin embargo, el personaje de Maralda Tardes se me queda
un poco desdibujado. Sus apariciones en la novela me parecen siempre
incompletas, como si les faltase un “algo más”. Es como un deus ex machina que se nos presenta aquí y allí, sorprendida y un
poco confundida ante todo lo que su mente debe procesar, y es quizás ese pasmo
el que impide que se desarrolle tanto como debería haberlo hecho, sobre todo en
comparación con nuestros dos protagonistas masculinos, con quien resulta más
sencillo identificarse.
Esta es la obra más madura del autor, en la cual se
nota claramente una progresiva y positiva evolución en la calidad y donde ha
ido subsanando pequeños errores de las novelas anteriores. Todas las pequeñas
pistas que iba dejando en La Hora del Mar
¾ese regusto a ciencia ficción, esa mirada
continua al espacio en busca de otra vida¾
eclosionan en esta novela de forma mucho más preciosista y cuidada que en la
anterior, revelando la mejoría que da la práctica y los conceptos que han
quedado ya bien asentados por el paso del tiempo. Es un paso más hacia la
creación de una completa colección de obras que, con el tiempo, recibirán la
atención que merecen.
Por todo esto, y desde mi humilde punto de vista de
lectora voraz y despiadada, Panteón
es una novela muy recomendable tanto para seguidores del género CIFI como para
noveles o incluso desconocedores de este tipo de literatura. Sus puntos fuertes
(esa trama que nos arrastra sin darnos cuenta a través del misterio hasta una
antiquísima y monumental sala en torno a la que se producirá el climax final de
la obra; ese carismático antagonista y los protagonistas atascados en el
planeta desconocido y condenado a la destrucción; ese ritmo narrativo intenso y
esa prosa que atrapa sin posibilidad de huída) superan con mucho a las faltas
que la obra pueda tener y que pueden achacarse a la celeridad en la escritura.
Lo cual se comprende a la perfección cuando uno percibe la pasión que el autor
imprime en cada palabra que sale de su mano. Desconozco cómo fueron las
competidoras de este Panteón, pero
para mí no cabe duda de la calidad de esta laberíntica creación que Sisí nos
regala a la vista.
Morgana
Majere
2 comentarios:
Me han dado ganas de leerlo, rubia.
¡Pues a leer! Es un gran libro, personalmente me ha encantado. Así que te lo recomiendo encarecidamente, anónimo ;)
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