martes, 23 de abril de 2013

El Día D.

23 de Abril de 2013



Por lo visto, el 23 de abril es un día de muchas cosas. 

Para mí, lo más importante, es que es el cumpleaños de mi Señor Padre. Aunque este año se haya ido a ejercer con su casi recién estrenada placa a otro sitio muy, muy lejano. Por eso voy a aprovechar a felicitarle desde aquí con todo mi cariño. 



Además del cumple del Don, en esta nuestra comunidad celebramos hoy el día de los Comuneros. Unos señores que murieron hace mucho tiempo por reclamar unos derechos, por levantarse contra el poder. En un pueblo muy cercano al mío (sí, yo tenía un pueblo... aunque sea por asociación) les rebanaron la cabeza en la plaza, y lo debieron de dejar todo perdidito de sangre. 


Al fondo, una cabeza rebanada.

Pero lo que a mí más me interesa de hoy es que la UNESCO declaró el 23 de Abril, centésimo décimotercer cumpl día del año, el Día Internacional del Libro. En Cataluña regalan un libro y una rosa en el día de San Jordi (aprovecho aquí para dar mi pésame a todos los dragones del mundo), aquí tenemos una feria del libro que casi nunca tengo tiempo de visitar, y supongo que cada lugar tendrá su particular costumbre y/o celebración. Casualidades de la vida, os lo cuento como curiosidad, también tal día como hoy se despidieron del mundo Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega

Podría soltaros ahora, y quedarme más ancha que larga, un chorreo mental sobre la importancia de los libros, que hoy es un día especial. Todos nos sacaríamos una foto super felices con un hermoso tomo de trabajada cubierta, brillante y con aroma a papel recién estrenado, y la subiríamos al Caralibro, al Píopío y a todas las redes sociales que se nos pudieran ocurrir. 

Pero es que esto es como la Funesta Operación Biquini. Si el 15 de Julio os vais a la playa y os ponéis a dieta el 14 por la noche, jodidos vamos. Tan jodidos como que el biquini del año anterior se lo vamos a tener que poner a las palmeras. 

La Operación Biquini es cosa de todo el año. Y su finalidad no es embutirnos en el minitrapo ese que nos venden a precio de oro, no. El objetivo que tendríamos que perseguir es estar sanos, sentirnos bien, tener una dieta equilibrada que mejore nuestro organismo y nuestra calidad de vida. Eso es salud. Lo otro, estética. 

Pues con esto lo mismo. A mí lo de los "Días D" me parece una soberbia tontería. Entiendo que "no se puede" (y no le pongo más comillas porque no se debe) celebrar todos los días, que es más fácil erigir un cuadro del calendario representante simbólico de algún tema y/o persona y concentrar en él todo cuanto le atañe. Díganles ustedes a sus madres que el Día de la Madre es para descansar, que ya fregarán el resto del año, y verán adónde les mandan. E imagino que con esto sabrán ya por dónde van los tiros. 

Para mí leer es algo natural. Algo necesario. Algo imperioso. ¿Por qué lees?, preguntan algunos. Y mi respuesta es siempre igual: ¿Por qué respiras? Porque lo necesito para vivir. He tenido la mala suerte de haber concentrado en pocos años mucho trabajo, y he leído mucho menos de lo que me habría gustado. Recuerdo cuando terminé un curso horrible en el que hice muchas cosas de estudios, que me pasé una semana sentada en la silla sin parar de leer. Me ventilé en 5 días todos los libros de True Blood, que son como once o así. Y en una semana más, todos los de Canción de Hielo y Fuego, que ya son palabras mayores. 

Para bien o para mal, eso pregúntenselo a quienes me rodean, soy de esas personas que se pone a leer y desaparece. No oigo, no me entero del paso del tiempo, no respondo. Y cuando no puedo leer "ficción", si me despisto, me encuentro leyendo la letra pequeña de los anuncios, las etiquetas de la comida, cualquier cosa redactada susceptible de ser leída. 

Me da igual que hoy sea 23 de Abril o 13 de Septiembre. Los libros me rodean (y no saben ustedes cuánto...) y son una parte fundamental de mí. Sigo teniendo esa romántica concepción de que un libro es algo casi mágico, algo que se debe reverenciar y temer, como si por el mero hecho de volcar la escritura en papel adquiriese una nueva esencia. Y eso a pesar de haber visto en papel cosas que no deberían haber pasado de la punta de un bolígrafo cargado de tinta. 

Los libros son historia. Son vida. Son amor. Son viajes. Son sueños despierto y sueños dormido. Son fechas. Son muertes. Son palabras que no se pronuncian. Son el futuro que dejaremos a nuestros hijos. Son maestros y ejemplo a seguir. Por eso, si hoy tengo que hacer una petición, no va a ser que leáis un libro. Eso deberíais hacerlo todo el año. Mi petición será que respetéis a los libros, a los árboles, a nuestro planeta. Porque cada vez habrá menos y se convertirán en reliquias, y solo lo mejor debería ser reverenciado. 

Y si no, plantad árboles, joder. ¡Que al final nos chapan el chiringuito!

2 comentarios:

Helena P. dijo...

Una vez más, muy buen entrada, pri.

Yo doy fe de lo que te gusta leer porque te conozco, pero creo que eso no es necesario ya que quien lee a menudo lo demuestra hablando o, igualmente, escribiendo. Tú lo has dejado claro así que no digas que lo comprueben preguntando. ;)

¡Enhorabuena y feliz día! (y no me refiere al del libro, sino en general).

Con respecto a mi señor tío: luego le llamaremos, pero reciba una felicitación mía por aquí también, que seguro lo lee.

Morgana Majere dijo...

Se lo diré cuando vuelva, pero hasta la noche o mañana raro!

Cenqiu anyways, prima! Besito :)