martes, 15 de junio de 2010

What if God was one of us?

Hay veces, en este mundo absurdo nuestro, donde la parcialidad está a la orden del día, y las buenas acciones son casi menos frecuentes que la alineación todos los planetas de nuestra órbita, hay veces en que uno debe preguntarse qué haría Dios si bajara de nuevo a la tierra, a ver cómo van las cosas entre nosotros. Entre nosotros, quiero recordar, que fuimos hechos a su imagen y semejanza.

Y, la verdad, dudo mucho que se fuera contento. Es más, estaría por afirmar que ni siquiera se quedaría tranquilo.

Miles (y millones) de hogares no tienen un sueldo con el que comprar el pan para alimentar a sus miembros; sin embargo, en el lado opuesto, los banqueros cobran enormes pensiones, los políticos van en limusina a sus reuniones y son totalmente incapaces de quitarse un mísero céntimo de su sueldo, prefiriendo hacer reformas que a nadie ayudan.

Los niños de hoy no saben lo que es un juguete de verdad, una tarde en un parque, un amigo al que contar un secreto, una lágrima de verdad porque ese amigo se lo contó a su vecino. Todo lo ven ahora a través de una pantalla, sentados solos en un sofá, sin saber dónde ni cómo jugar. Sus padres les mirarán desde la puerta, y preferirán no sentarse a su lado, porque ya no saben iniciar una conversación.

Hemos avanzado tanto que somos capaces de localizar a una persona en medio de la inmensidad con un pequeño cacharrito que ni siquiera necesita enchufe, pero en otros lugares la gente muere, también en medio de la misma inmensidad, sin haber conocido lo que es tener el estómago lleno. Nos emocionamos cuando una operación mediática sale bien, cuando un hombre rico y famoso consigue superar su enfermedad, mientras miles de anónimos mueren sin que su último suspiro pase a la posteridad.

Y a nosotros QUÉ MÁS NOS DA. Esta es nuestra sociedad, la misma que nos ha enseñado a dar con la mano abierta, sonriendo a la cámara, mientras lo quitamos a escondidas con la otra. Por eso nos da igual. Nosotros somos esos niños que ya no aprendieron a jugar, ni a vivir. Penosa será la existencia que les otorgaremos a nuestros hijos... si no lo cambiamos antes.

4 comentarios:

Ojo de gato dijo...

Siempre he querido saber cómo se llamaba esa canción!

Morgana Majere dijo...

:D

Menelmakar dijo...

Si Dios bajase otra vez, se quedaría corto de plantilla de ángeles vengadores; de esos de espada de fuego y lluvia de azufre.

Morgana Majere dijo...

Yo voy a preparar currículo para cuando baje. Solo por si acaso :P