domingo, 18 de abril de 2010

Mira, una moderna...



Un texto produce otro texto. O eso dicen.

O sea, la lectura de un texto más o menos literario produce, en una reacción igual y a la vez opuesta, un texto más o menos literario que, a su vez, producirá otros textos, otras reacciones, y otros resultados, a su vez, más o menos literarios.

Sin embargo, el microtexto A, digamos, mi arquetipo de hoy, creo que ni merece la pena. Había escrito una larga retahíla de insultos y quejas, algo menos velados que de costumbre, pero creo que ni eso se merece.

El autoengaño es una basura. El autoconvencimiento durante la juventud crea mujeres adultas reprimidas que, años después, sufrirán frecuentemente "dolores de cabeza" y "amplias protuberancias parietales que surgen desde ambas sienes".

Pero eso no es asunto mío. Yo ya he trascendido y he abierto los ojos. Y no me ha hecho falta café para averiguarlo. Pero qué putas y modernas-de-mierda reprimidas...

P.D.: y el caso es que me falta tanto que decir...

1 comentario:

Hinageshi dijo...

Las barbies también sangran.