He visto cosas que os darían miedo. He vivido, he muerto, he resucitado. He olvidado lo que es dar con las manos llenas, amar una caricia y un suspiro. Ya no recuerdo las lágrimas heladas que se convierten en cristales de miríficas formas que transforman la luz en mil colores.
Pero he vuelto. Como vuelven siempre las golondrinas en primavera. Como vuelven siempre los sueños a nuestra mente dormida. Como vuelve siempre la muerte cuando ya hemos olvidado su última visita. Y quizás no me vaya nunca. O tal vez sí. Nadie lo sabe.
S.
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