viernes, 17 de julio de 2009

Julio, divino Julio


¿Qué es la belleza?, dijo una vez un visitante, mientras paseaba por una arbolada avenida enlosada con mármol blanco.

La belleza, dijo el ángel, es ver un atardecer dado de la mano.

La belleza, dijo el ángel, es abrir una ventana y poder aspirar el aire puro, perfumado con la esencia de las flores.

La belleza, dijo el ángel, es la perfección dentro del Todo, dentro del Uno.

La belleza...

La belleza, interrumpió el visitante, no es ver ese atardecer, sino la calidez de un cuerpo junto al tuyo. Hasta un ciego lo puede ver.

La belleza, interrumpió el visitante, no es el olor de las flores, ni tener una ventana que poder abrir. Hasta un pobre lo puede ver.

La belleza, interrumpió el visitante, es la imperfección dentro de lo perfecto, lo incorrecto dentro del Todo, lo que encaja y lo que no encaja, tú, yo, los árboles junto al mármol, la oscuridad junto a la luz, el verde junto al azul, los cuerpos entrelazados, la música, el silencio, el aquí y el allí, el antes, el ahora, y el después.

La belleza está a nuestro lado, a nuestro alrededor. Solo tenemos que saber apreciarla. En cada momento, en cada lugar, con cada persona que estemos.

Un beso, solo un beso...

2 comentarios:

Jokin dijo...

Bella entrada :)

Suscribo lo dicho en ella.

Morgana Majere dijo...

Joks guapo :)